Logos impresionó con su excelente heavy metal. Foto: Cortesía |
* A pesar de la escasa asistencia, los argentinos colmaron de éxitos la velada y recordaron viejas canciones de V8
La organización Alcance Subterráneo, que cumple en la ciudad
más de una década de ejercicio, está de nueva cuenta en circulación y así lo
pudo constatar la escasa raza que asistió al Warning Tour 2012, en el salón
Jacarandas de la inestable agencia municipal de San Martin Mexicápam, en el que
Logos figuró como cabeza de cartel, banda emanada de la leyenda pampera V8 (no
cristiana), uno de los grupos más emblemáticos del heavy metal hispano.
El siempre difícil rol de banda abridora recayó en
Hef-ziba (termino hebraico cuyo significado es “el amor de Dios está en mi). Pese
al escaso público, situación que lamentablemente prevaleció a lo largo de la
velada, mostraron, sin complejo, su propuesta metalera, que despliega una base metal
gótico muy rustico y que se diversifica a otros estilos, principalmente al black,
de corte más melódico; con la inclusión de teclados intentan aspirar a cierto
sinfonismo; el vocalista aparece totalmente cubierto del rostro, detalle que
con toda seguridad se vincula a la ideología que argumentan profesar.
Deborah mostró una increíble evolució en su música. Foto: Cortesía |
La siguiente banda local en posicionarse del escenario
fue Zaratustra (célebre y místico sabio persa del siglo IV que tornaría polémico
el filosofo alemán Frierderik Nitche), quienes proponen un tipo de speed-black
poco usual, por lapsos excesivamente ornamentado de complejas figuras en
guitarra y bajo, consiguiendo en parte el objetivo de envolver a un mínimo
público.
Para cerrar la alternancia de agrupaciones teloneras, Ceiba
apareció como una asociación de músicos fuera de lo común por estos lares,
resultando, por lo mismo, una especie de grata revelación; practican una
conjunción de sonidos próxima a los noruegos Dimmu Borgir o, incluso, a vastas
formaciones europeas, debido a la inserción del violín, que armoniza de forma
estupenda con guitarras melódicas, voces guturales y teclados, todo ello tierra
fértil para conjuntar el sonido gótico con la intensidad del black. A destacar
el último tema, “Deseo”, iniciado por el artefacto de arco y cuerdas para
concluir en un autentico desarrollo temático-musical.
La sucesión de bandas estelares dio comienzo con los
provenientes del norteño estado de Chihuahua, Monitor; su principal
característica es la simplicidad, música orgánica que brota de guitarra bajo y
batería, un metal-core de tinte melódico interpretado con demasiado derroche de
energía y convicción, muestra de ello fueron las constantes exhortaciones y
agradecimientos proferidas por un líder habido de cuestionar y reclamar.
Debieron transcurrir prácticamente nueve años para
incluir a los blackers mexiquenses Deborah
en un concierto oaxaqueño. La explicación dada no fue requerida ni sonó del
todo convincente; en lo respectivo a la cuestión musical, continúan su línea de
intenso (un)black, hipertécnico, armónico; han sabido concretar una forma de
amplia calidad al seno del metal más extremo para en verdad impartir cátedra,
su perseverancia es digna de resaltar.
Last Chance to die, corrosivo metal desde Carolina del Norte. |
Metal core desde
Carolina del Norte
Ya en la recta final los estadounidenses Your Last Chance
to Die tomaron posiciones. Un metal core proveniente de Carolina del Norte que suena
poderoso y brutal, no desprovisto de
guitarras melódicas.
Destacadísimos los temas “Divine pestilence”, “LiberationsOf
blood” y “Ningún atardecer es igual”, que se incluyen en su más reciente
trabajo, “Suscitatio Somnus”. En todo momento reluce el baterista, el cual
funge como un respaldo impecable, se trata de un instrumentista muy bien
facultado que aporta agilidad y contundencia; asimismo, la clitórica voz hace
alarde de una natural agresividad, sin poses, aparte de manejar su frecuencia
de manera impecable.
Surge la leyenda
Monitor, interesante propuesta. |
El acto estelar aguardado con ansia desbordante abordaba
el escenario, pasando el umbral de la una de la madrugada y tras algunos
ajustes técnicos, Logos dio inicio a una actuación corta, pero rebosante de
emotividad.
Alberto, Esteban, Carlos y Pat cuajaron un concierto
memorable, repleto de temas clásicos, referencia absoluta e indiscutible del
acervo metalero en Latinoamérica: “Marginado”, “Arden en el cielo”, “Como
relámpago en la oscuridad” y “No te rindas”.
Pero lo espectacular vino con los clásicos de V8, que
fueron los más coreados: “Momento de luchar”, “A través de los tiempos”.
Así es como concluía un evento variado, muy bien
organizado, pese a las vicisitudes que suelen presentarse y al margen de
posturas ideológicas o hábitos conductuales, mereció una mayor atención por quienes
replican apoyar al metal local.