Un proyecto pocas veces visto y de gran calidad. |
* Asglam, el proyecto de Mandis, de Cruz Guardián, rinde tributo a ese heavy metal de los años 80
Coco Metal
Fotos: Cortesía Territorio Score
Noche de bohemia, recuerdos y con mucho sabor a añejo de
ese clásico heavy metal de los 80, lleno de glam y de figuras melódicas
inolvidables, esa fue la presentación de Asglam, proyecto de Mandis,
guitarrista de Cruz Guardián.
El escenario, un conocido y recién aperturado bar tipo
pub irlandés en la ciudad, en la que, si bien no se dejó sentir la esencia de
la escena subterráneo local, si hubo derroche de talento y un sinnúmero de
gente que tiene que ver con el quehacer musical roquero citadino.
Asglam demuestra una convincente calidad interpretativa, con perseverancia
aunada al compromiso y que constituye bienes de incalculable valor para quien
apuesta por el arte musical, bienes que tarde o temprano rendirán frutos.
Una alianza entre sonidos característicos de épocas pasadas convergieron
con las facultades de probados músicos locales: José( La Santa y 69); Enrique Díaz
(Demential),Gustavo Hernández(Forever) y Gustavo Baca (Pichancha, La Santa),así
como los vocalistas Maxxi Mendoza, Paco
Martínez y Yansi Rivas. Todos acudieron a la invitación para concretar en un
escenario oaxaqueño, algo pocas veces visto y que mereció un mejor foro.
El lugar se encontraba lleno alrededor de las nueve y media de la noche. La
amplia difusión del evento en las semanas previas permitió congregar un público
de amplio espectro en cuanto a gustos y tendencias musicales se refiere.
Una introducción instrumental soportada por acertados acordes seria el
preámbulo para que se sucedieran durante aproximadamente hora y cuarto la
totalidad de cortes que componen este primer proyecto.
Mandis, médula de Asglam. |
“¿Te vas?” “Salvación”, “No dudes”, “Imagina”, “Blanco
guardián” y “Génesis” son medios tiempos destacados por sus correctas melodías
debidamente amalgamadas con liricas expresivas y clásicas del amor-desamor, así
como por conjuntar vastas influencias procedentes del hard-glam gestado en la ciudad
estadounidense de Los Ángeles, California, y al mismo tiempo con sonidos
propios de bandas mexicanas como Coda y Tercer Acto (ambos gran y clara influencia
e inspiración para Mandis).
En todo momento destaca el buen quehacer musical de
Enrique a la guitarra rítmica y de Gustavo Baca tras los tambores, fungiendo
ambos cómo una inmejorable base sobre la cual se proyecta el resto de las
aportaciones.
El momento álgido llego al final del concierto, cuando todas las voces ahí
congregadas se unieron con las del respetable en una muestra de agradecimiento.
La Nöpalera
reitera que hay que ser pacientes y saber insistir en las propias convicciones
para superar todo obstáculo que vaya surgiendo.