11 de abril de 2013

Bohemia glam

Un proyecto pocas veces visto y de gran calidad. 

* Asglam, el proyecto de Mandis, de Cruz Guardián, rinde tributo a ese heavy metal de los años 80

Coco Metal
Fotos: Cortesía Territorio Score

Noche de bohemia, recuerdos y con mucho sabor a añejo de ese clásico heavy metal de los 80, lleno de glam y de figuras melódicas inolvidables, esa fue la presentación de Asglam, proyecto de Mandis, guitarrista de Cruz Guardián.
El escenario, un conocido y recién aperturado bar tipo pub irlandés en la ciudad, en la que, si bien no se dejó sentir la esencia de la escena subterráneo local, si hubo derroche de talento y un sinnúmero de gente que tiene que ver con el quehacer musical roquero citadino.
Asglam demuestra una convincente calidad interpretativa, con perseverancia aunada al compromiso y que constituye bienes de incalculable valor para quien apuesta por el arte musical, bienes que tarde o temprano rendirán frutos.
Una alianza entre sonidos característicos de épocas pasadas convergieron con las facultades de probados músicos locales: José( La Santa y 69); Enrique Díaz (Demential),Gustavo Hernández(Forever) y Gustavo Baca (Pichancha, La Santa),así como los vocalistas Maxxi Mendoza, Paco Martínez y Yansi Rivas. Todos acudieron a la invitación para concretar en un escenario oaxaqueño, algo pocas veces visto y que mereció un mejor foro.
El lugar se encontraba lleno alrededor de las nueve y media de la noche. La amplia difusión del evento en las semanas previas permitió congregar un público de amplio espectro en cuanto a gustos y tendencias musicales se refiere.
Una introducción instrumental soportada por acertados acordes seria el preámbulo para que se sucedieran durante aproximadamente hora y cuarto la totalidad de cortes que componen este primer proyecto.
Mandis, médula de Asglam.
“¿Te vas?” “Salvación”, “No dudes”, “Imagina”, “Blanco guardián” y “Génesis” son medios tiempos destacados por sus correctas melodías debidamente amalgamadas con liricas expresivas y clásicas del amor-desamor, así como por conjuntar vastas influencias procedentes del hard-glam gestado en la ciudad estadounidense de Los Ángeles, California, y al mismo tiempo con sonidos propios de bandas mexicanas como Coda y Tercer Acto (ambos gran y clara influencia e inspiración para Mandis).
En todo momento destaca el buen quehacer musical de Enrique a la guitarra rítmica y de Gustavo Baca tras los tambores, fungiendo ambos cómo una inmejorable base sobre la cual se proyecta el resto de las aportaciones.
El momento álgido llego al final del concierto, cuando todas las voces ahí congregadas se unieron con las del respetable en una muestra de agradecimiento.
La Nöpalera reitera que hay que ser pacientes y saber insistir en las propias convicciones para superar todo obstáculo que vaya surgiendo.